En el interior de mi alma encuentro todas la verdades que me pertenecen desde siempre y entonces reconozco la eternidad de mi ser verdadero.
Y cuando me conecto con ellas vislumbro que nada ni nadie puede detener mi vuelo, y me dejo llevar a esos espacios luminosos, conocidos, que me llenan de bondad infinita, que se transforma en energía creadora manifestada en todos mis cuerpos.
Y miro entonces el mundo con los ojos de mi alma para poder reencontrarme con cada uno de los hermanos que pasan por mi vida, segura de que al mirarlos la separación desaparece y la unidad nos traspasa, volviéndonos Uno.
Y mi mirada se llena de la dulzura con la que fui creada y sostiene luminosa la tuya en el reencuentro.
Gracias por la luz que guía mis pasos!