Mientras cursaba el profesorado de yoga, una de las profesoras nos enseñó la oración de Santa Teresa de Jesús y quería compartirla porque es muy especial para mí.
Cuando hay mucho ruido en mi interior la canto o la recito con la certeza de que la paz va a instalarse en mi corazón y mi mente.
Los mantras u oraciones nos permiten adentrarnos en nuestro mundo interno, nos devuelven la armonía, nos llenan de energía y amor ilimitados.
Nada te turbe.
Nada te espante.
Todo se pasa.
Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene nada le falta.
Solo Dios basta.
Namasté