Es una palabra sánscrita derivada de pra y de la raíz verbal an y se refiere a la “fuerza vital” que fluye a través del cuerpo y lo trasciende.
En la tradición hindú prana es el principio universal de la fuerza generadora del universo. Es energía indiferenciada, dinámica y vitalizante. Fue denominado de varias formas a través de la historia: pneuma para los griegos, hálito divino para los cristianos.
Es la fuerza por la cual se produce toda actividad en el cuerpo, mediante la cual todos sus movimientos son posibles.
Todas las manifestaciones del mundo físico poseen esta fuerza actuando en ellas.
El prana penetra, envuelve y nutre nuestro cuerpo físico y nuestra mente. Cuando el prana se desarmoniza se manifiesta la enfermedad.
La técnica para el control del prana se denomina Pranayama y es un método donde se interrelaciona concientemente la respiración con el control de la mente.
A modo general podemos reconocer que cuando nuestra mente está agitada la respiración se ve afectada y se perturba, por el contrario cuando la respiración es lenta y controlada la mente está calma y despejada y la energía pránica está más concentrada.
Por eso les aconsejo que en los momentos de incertidumbre, tristeza, ira o cualquier otro estado de desarmonía, simplemente inhalen profundo conectándose concientemente con la energía universal y la calma acudirá a su mente restableciendo la armonía con la que fuimos creados.
Namasté!