Hola a todos!
Quería compartir con ustedes algunas de las cosas que me estuvieron pasando en estos días.
En este trabajo cotidiano de mirar hacia adentro, fui descubriendo la cantidad de resistencias que me habitan.
En ese transitar hacia lo profundo voy quedando anclada muchas veces en las mismas situaciones, pensamientos, temores, deseos, sensaciones, emociones que me desvían de lo verdadero.
Entonces cuando detengo mi mente por un instante y logro la conexión con ese espacio donde todo lo superfluo desaparece, los hilos comienzan a desprenderse y por un segundo la luz es mi centro.
En este ir y venir voy abriéndome paso hacia mi verdadero ser.
Aprendo que solo cuando me trato con muchísimo amor y paciencia, solo en esos instantes, logro la conexión y puedo descansar en ese espacio de paz verdadera.
Camino sin detenerme, segura de la protección de los que me precedieron y marcaron las señales para que pueda seguirlos, sintiendo que el amor es el único motor que me anima a no bajar los brazos a pesar de las dificultades, porque todo está resuelto en ese lugar mágico, mi propio corazón.
Tengo la certeza que esos estados de desarmonía son solo espacios creados por mi mente, porque cuando miro hacia adentro el miedo desaparece y todo se transforma en un cálido remanso donde simplemente SOY.
Y es ahí donde vuelvo a reencontrarme con cada uno de ustedes, mis compañeros de camino.
Que la luz y el amor nos permitan regresar y permanecer en la Unidad.
Namasté!