Hola a todos!!!
Volviendo de las vacaciones vamos a hablar de la respiración y la forma de relajarnos para que el año nos encuentre lo más distendidos que podamos.
Todos experimentamos de acuerdo a nuestros estados de ánimo alteraciones en la respiración, por ejemplo: si estamos enojados la respiración se acelera mientras el cuerpo se tensa, cuando estamos tristes sentimos una presión en el pecho que acorta nuestra forma de respirar, etc.
Esta técnica respiratoria nos va a permitir aliviar las tensiones que surgen a lo largo del día, volviendo a un ritmo respiratorio adecuado para lograr un estado corporal y mental armónico.
Cuando detectamos estos estados de alteración vamos a cerrar los ojos aflojando los párpados, luego hacemos una inhalación lo más profunda que podamos. Al exhalar comenzamos a dejar salir las tensiones.
Al realizar esta primera fase de la respiración nuestra mente conecta con el acto de respiración consciente .
La observamos por unos minutos, atendiendo solamente al movimiento del pecho. El simple echo de la observación va a inducir a nuestra respiración a aquietarse.
Vamos a percibir en nuestro cuerpo la onda móvil que produce la respiración tranquila y profunda que se derrama en cada célula liberando cualquier estado de desarmonía.
Seguimos respirando profunda y rítmicamente; para relajar la mente podemos imaginar un jardín lleno de flores donde podemos descansar tendidos en el pasto unos instantes.
Nos dejamos invadir por la calma y la paz mientras la respiración se torna cada vez más imperceptible.
Esta técnica puede realizarse sentados o acostados de acuerdo del tiempo de que disponemos para realizarla.
Finalizamos este ejercicio agradeciendo internamente al Ser en el que creamos y volvemos a conectarnos con el mundo.
Namasté!