Hace muchos años, cuando empecé a transitar este camino de autoconocimiento, descubrí el Bakhti yoga o yoga de la devoción.

La particularidad de esta forma de meditación es la entrega absoluta al objeto amado o de contemplación que puede presentarse en diferentes formas: la divinidad, la naturaleza, el alma cósmica, etc.

Lo que más me gusta es encontrar esa puerta que se abre cuando canto que me lleva directamente al amor incondicional, la siento como una tibieza que nace desde el corazón y sale a través del sonido y se va entrelazando con todo lo que toca.

El bakhti yoga es un camino para abrir plenamente el cuarto chakra, Anahata, porque te invita a transitar el camino del amor puro hacia todo lo que existe.

Cuánto más te establecés en esta forma de meditación, vas descubriendo la unidad con todas las formas de la existencia.

Hay una sloka en el Bhaghavad Gita que resume esto  de Ser Uno con lo amado en una forma hermosa “Quien por doquiera me ve y ve toda cosa en Mí, no perderá en Mí el sostén y no dejaré jamás de sostenerle”.

Siempre recomiendo el canto para soltarnos y vaciarnos de la carga del día, y no necesariamente tenemos que entonar un mantra, creo que lo mejor es cantar algo que nos guste mucho para permitir primero la relajación del cuerpo y el aquietamiento de la mente.

En las clases es muy lindo ver como cada uno se va soltando con la música y el sonido de su propia voz,  mientras el cuerpo empieza a seguir el ritmo.

A veces pensamos que no somos afinados pero lo más importante es simplemente animarse y experimentar, el resultado siempre es positivo porque como estamos hechos de sonido nos sentimos liberados y a la vez sostenidos por las vibraciones.

Por eso creo que es una forma muy fácil de empezar a meditar, sin recetas o fórmulas complicadas y entregarnos plenamente a disfrutar de estar aquí y ahora completamente vivos.

Les dejo un mantra muy bello para meditar en los sonidos primordiales SA TA NA MA, “SA” es el principio infinito de todo lo que es, “TA” es la existencia y la creatividad, “NA” es la muerte, el cambio y la transformación de la conciencia y “MA” es el renacimiento que nos permite conectar con la alegría del infinito.

A disfrutar del sonido, Namasté!!

 

[Nota publicada en blog de Lulea]